Iñaki Varas tiene 33 años, hace 10 que practica kite. Empezó con unos amigos sin saber nada. Hoy el kite es una prioridad en su vida, porque como él dice “sopla y tenés que estar”.
Conocé su historia:
“Ya son 10 años que hago kite. Unos amigos hacían ya hace un tiempo. Estaba enterado que hacían pero no sabía nada del tema. Un día los fui a ver y me volví loco. Uno de ellos me dio dos clases con un barrilete viejo y después me dijo que compre mi equipo. Como no fue con escuela y las ganas de meterte te ganan, el día que lo usé solo por primera vez a la tercera metida rompí el equipo que compré con plata que me prestó mi viejo. Después de eso minimice riesgos y pude avanzar. Eso sí, a todos lados con la cinta tape para emparchar los rifados del kite que tenía y con una tabla hecha por mi de terciado con unas capas de resina arriba. Por unos dos o tres años hasta que pude empezar a renovar equipos.
Mi evolución en el kite al principio bastante dura, llena de frustraciones, golpes y rotura de kite pérdida de tabla. Antes del año casi dejo. Pero después empezó a fluir. Cada maniobra es todo un viaje de querer imaginar y repetir hasta que salga, en el camino pensás no lo caigo más, hasta que la caes y no entras en tu cuerpo de la felicidad. Mis amigos me tienen como un loco que se manda y no le duelen los golpes, creo que para mejorar me ha servido bastante, pero si hay gente que te pueda guiar para progresar se evitan varios golpes y es más rápido.
Siempre quise mejorar y tener un buen nivel primero con el freestyle y después en San Juan conocí el big air. Para progresar en Rosario no te queda otra que viajar todo lo que se pueda.
El kite es una prioridad, porque sopla y tenés que estar. Si hay viento y no podes ir es la muerte. Se intenta de que los trabajos sean lo más flexibles posibles. Y la vida en pareja se lleva bien teniendo una compañera que entiende lo importante que es esto para uno. Son muchas tardes completas y viajes dedicados a esto, pero después se compensa total no sopla nunca.
Mi día arranca entre las 6 y 8 am la mayoría de los días a las 7 am entreno tres veces por semana, después desayuno fuerte y arrancar el día de laburo. Tengo una empresa de ingeniería eléctrica con unos socios y trabajo de casa o en la oficina. A la noche dos veces por semana hago yoga para calmar la cabeza y aflojar el cuerpo. El objetivo del entrenamiento está siempre enfocado en algo particular que hay que sacar. En este momento son los invertidos, para los boggies, slims y movés, además de estar fuerte para evitar lesiones.
El estar solo en el agua, entretenido con objetivos y a la vez es un momento de introspección. De a ratos las charlas en el agua y compartir con amigos el progreso de cada uno. Cuando hago kite se siente todo, todo el proceso de aprendizaje con cada etapa todos los estados de ánimo, siempre buscando la felicidad que te da.
Mi objetivo es seguir compitiendo, para eso vengo entrenando fuerte adentro y afuera del agua para seguir subiendo el nivel. A la espera de la próxima fecha de la AAK y organizando para tratar de ir al BAKL en Guriu en octubre. Como sueño que se puede cumplir, es poder ir a entrenar un tiempo a Sudáfrica, tarifa, leucate. Después ya más inalcanzable sería poder conseguir un muy buen nivel para competir fuerte en big air. Pero la mayoría son re jóvenes y vienen ya con el kite navegando como parte de su cuerpo, algo que lleva casi dedicación exclusiva más condiciones en el spot y de la barra para abajo.
Participar en la edición del King of the Air en San Juan fue una experiencia hermosa. Viaje dos semanas antes en un camper con un amigo. La previa entrenando en el spot con todos, compartiendo el borde y unos mates con charla a la salida fue súper enriquecedor. Ya en el evento era tremendo, ver tanto nivel la buena onda que había. Y ver cómo progresa el deporte en Argentina evento a evento, tanto en hombre como en mujeres. Hacen falta competencias, te pone un objetivo y la vara cada vez sube más. Y la progresión previo a la competencia es tremenda.
La expectativa era muy alta y la realidad fue otra. Dolió no avanzar pero con el pasar de las horas y días se fue tomando magnitud de que fue un gran logro participar y poder compartir y compartir con riders de alto nivel internacional. En mi caso cometí contra Bradshaw (Sudáfrica) y chacal(Venezuela) y el la segunda ronda contra Yefre (Venezuela). Lo más destacado es que todos los riders de la competencia tienen sponsor o viven del kite y esto para mí es un hobbie que me lo tomo muy en serio.
Ahora estoy entrenando todo lo que se puede dentro y fuera del agua planeando un viaje a Brasil para ver si se puede competir en el BAKL y esperando las próximas fechas de la AAK.
Este deporte nos hace trabajar muchísimo la tolerancia a la frustración, de donde vienen las grandes recompensas y alegrías. Esfuércense, y como digo, métanle que el agua no duele. Otra cosa es que así como es un deporte individual, rodearse de gente que te ceba y te acompaña en el crecimiento es fundamental, una banda manija que siempre acompaña es muy importante.”